Como parece que todo el mundo sigue a dieta y yo no quiero tentar a nadie y tampoco que te mueras de pena comiendo esos platos de carne, pollo o pescado a la plancha, te propongo este acompañamiento con poquísimas calorías pero que al menos dan un poco de gracia, alegran la vista y tienen una presentación espectacular.

Comprendo que son más light las patatas cocidas, pero tampoco se trata de que nos entre a todos una depresión y que nos queramos poner con un cuerpo 10 en cuatro días. Vale más ir poco a poco, no vaya a ser que nos dé algo...

Si tampoco te importa tanto la dieta, te sugiero que les eches por encima una salsa de queso azul o, si sigues pensando en algo más ligero, están genial con una salsa de tomate casero aunque solas ya son irresistibles.

Como seguimos en la cuesta de enero... ¿Qué te puedo decir? esto, más barato imposible y la única dificultad,  si es que se puede considerar complicado, es tener un poco de paciencia para hacer los cortes en la patata.

- Patatas

- Aceite

- Sal

- Pimienta

- Queso Parmesano rallado

Preparación:

Lavar bien las patatas para eliminar toda la suciedad de la piel.

Laminar las patatas sin llegar a la base para que no te rompan.

Batir en un vaso el aceite, la sal y la pimienta.

Con la ayuda de una cuchara ir echando un poco de la mezcla en las ranuras de la patata.

Espolvorear por encima con el queso parmesano.

Meter al horno previamente precalentado a 180º durante unos 40 minutos. Vete controlando porque no todos los hornos son iguales y también depende del tamaño de las patatas que hayas utilizado. Tienen que quedar crujientes por fuera y tiernas por dentro.

Espero que te animes a hacerlas. Son un acompañamiento ideal para gran cantidad de platos.