Esta forma de asar los pimientos, la aprendí de mi madre. Ella los hacía siempre así.

Practico, fácil , rápido y lo más importante: Riquisimos.

Solo necesitas una olla expres de las de toda la vida y olvidate de estar pendiente del horno y gastar luz a lo tonto.

Un truco infalible para que puedas pelar los pimientos sin problemas es que cuando aún estén calientes los metas en una bolsa de plástico y la ates. Espera a que hayan templado, la abres y ahora es el momento de pelarlos. Verás que la piel sale sola, sin ningún problema.

Ahora los aliñas a tu gusto o los metes en un tarro de cristal y lo haces cuando los vayas a utilizar. Un poco de aceite de oliva virgen una pizca de sal y ya es suficiente.

Pero te sugiero un pincho muy tradicional que nunca falla.

Un trozo de pan horneado, una buena tira de pimiento asado, una cucharadita de cebolleta muy picada y un trozo de bonito en aceite. Sal y un chorrete de aceite de oliva virgen.

Sin espumas de tal ni cual, ni aroma de humo de no se qué..... Un clasico de toda la vida, pero con una materia prima de primera es imposible que no guste.