A veces en la zona rural parece que sigue existiendo el trueque, y por suerte para mí, un vecino agradecido, me trajo una bolsa enorme de manzanas. En ese momento piensas.... ¿y ahora que hago yo con esto? pues no es que me apeteciera mucho pelarlas, pero decidí ponerme manos a la obra. El resultado, una mermelada de manzana que por supuesto se puede llamar ecológica porque los arboles de donde proceden no fueron tratados con ningún tipo de sulfato y crecieron de una manera totalmente natural.

Por cierto, pelé tantas manzanas que me salió mermelada para tomar y regalar, por lo que más de uno llevó un regalín, aunque ya pediré algo a cambio, así seguimos con lo del el trueque......

Una vez que pruebas la mermelada hecha en casa, te aseguro que te costará acostumbrarte a otra y aunque no tengas las manzanas del vecino, puedes comprarlas en la frutería y te saldrá igual de buena.

Como digo siempre. Grado de dificultad 0, lo único que necesitas es pelar las manzanas y punto.

No añado nada de agua, por lo que el sabor es  manzana pura.

Ingredientes:

Preparación:

Echalo en tarros de cristal bien limpios. Tápalos y coloca boca a bajo hasta que enfríen. Si quieres que se conserven más tiempo cuecelos al baño maría unos 20 minutos, aunque el azúcar hace que se conserve bastante tiempo.

En el desayuno, con una buena tostada de pan de leña, un trozo de queso fresco y una cucharada de esta mermelada.

¿Y qué más quieres para empezar el día?