La primera vez que hice estas galletas, me recordaron a los semáforos de toda la vida. La diferencia es que las mías tienen un agujero y aquellas tenían dos, pero están buenísimas y son facilísimas de hacer.

¿Te animas a intentarlo? Yo te digo como, y tú te pones a caciplar, ¿vale? Luego me cuentas.....

Ingredientes:

Preparación:

Batir la mantequilla y el azúcar hasta que esté cremoso, añadir el huevo batido y la vainilla y mezclar bien. Incorporar la harina tamizada y revolver hasta que quede bien integrada.

Estirar la masa y refrigerar unos 20 o 30 minutos.

Ahora ya puedes darles la forma redonda. ayúdate de un molde o un vaso grande, por ejemplo de sidra, y en el centro les haces un agujero. Yo lo hice con el tapón de una botella de agua, tampoco hace falta tener trescientosmil tipos de cortapastas en casa.

Te toca esperar otra vez ya que tienes que volver a refrigerar otros 30 minutos. si no lo haces perderán la forma en el horneado y en vez de semaforos pueden parecer cualquier cosa.....

Vete precalentando el horno a unos 180º. Vas fregando un poco la cacharrería.....Vamos, que aproveches el tiempo.

Ahora sí, bandeja al horno. Y ¡ojito! Retiralas cuando los bordes empiecen a estar dorados.

Enfriar sobre la bandeja y luego pasar a la rejilla.

Espolvorear mucho, mucho, mucho, mucho, con azucar glass. No te fijes en mi foto, yo les eché poco....pero hazlo solo en las que tienen agujero.

Cubrir las otras con la mermelada y montar.

Ahora toca ¡comerlas!

Ya sabes: si no te gusta la mermelada de cereza puedes usar la que prefieras; melocotón, fresa, arándanos...Y si es casera, mejor. 

Yo la hice en casa, pero bueno, eso ya es otra historia y te la contaré otro día......